En la previa a las 500 Millas, el Titán pisó el acelerador a fondo y mejoró considerablemente sus marcas.
Agustín Canapino no para de recibir elogios. Y bien merecidos los tiene. Ya asentado arriba de su Dallara-Chevrolet pintado de celeste y blanco con los colores de la Scaloneta, el argentino se encuentra en su mejor punto de madurez en lo que va de la Indycar. Es que justo en la última práctica antes del comienzo de las 500 Millas de Indianápolis, que se celebrará el domingo a las 12 (Star+) durante seis horas, marcó un tiempo de 39s729, a un promedio de 364,568 kilómetros por hora.
Partirá un puesto adelante de lo esperado
Canapino se clasificó 27° para la final del domingo, pero como se bajó Stefan Wilson, quien sufrió un accidente en uno de los ensayos libres, el arrecifeño ganó un lugar y partirá 26°.